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Eres líder o lideras?

Estadísticamente hay más líderes que seguidores. Si no lo creen, pueden hacer la prueba: Reúnan un equipo de trabajo y pidan que alcen la mano los "líderes". Al menos el 60% lo harán*.

*Nota: Si el % es menor, obtendrán la valiosa información acerca de que incluso si hay líderes, ellos mismos no se lo creen.

Y después de que alcen la mano qué sigue? asumiendo que se confirma la abundancia de líderes, la siguiente pregunta es: Eres líder o lideras?

Y para qué hacer una pregunta que a simple vista tiene más de semántica o de gramática que de liderazgo. Una de las posibles respuestas es para saber si realmente la sobrepoblación de líderes es realmente beneficiosa al hacer una rápida conexión con los resultados y la forma en la que se están obteniendo. Otra es poner un embudo que facilite filtrar a los líderes por denominación y a los líderes por acción. El líder que es solo líder, se asemeja a quien saca agua de un pozo utilizando un colador. El líder que lidera, facilita que se use un balde.

Los equipos, sea en la familia, en el trabajo o en cualquier otro ámbito, se benefician grandemente del liderazgo que ha dejado de ser potencial y pasa a estar activo, disponible. Fíjense en lo que ocurre en un embalse, de un lado hay una gran cantidad de agua almacenada, todo se ve quieto, en latencia, en modo podría ser, pero aún no es. del otro lado del embalse, hay un sinfín de opciones a partir de la energía generada por el movimiento.


El líder que lidera facilita y se adapta en vez de imponer y buscar su comodidad; de ahí que esté dispuesto a encontrarse con los demás en el territorio propio, lo que conoce y en el territorio del otro, lo que le es nuevo, diferente.

El líder que lidera es curioso, explora, se cuestiona, prefiere preguntar más y afirmar menos, elige lo correcto antes que tener razón, es autocrático cuando lo considera pertinente y brinda plena autonomía para fomentar la confianza y la responsabilidad.

El líder que lidera se equivoca, pero de las equivocaciones rescata el aprendizaje y desecha la excusa. Tiene dudas, pero no les cede el control; no teme volver a empezar, pues sabe que cada vez está más cerca del resultado que realmente desea lograr.

El líder que lidera tiene claro que el conflicto es un resultado casi inevitable de las interacciones humanas; por ello lo ve como la manifestación de una diferencia y la probabilidad de estar en desacuerdo; aprovecha el conflicto para obtener claridad, mejores ideas, opciones de solución más viables y apropiadas, al tiempo que brinda respeto, reconocimiento y gratitud.


El líder que lidera no lo sabe todo ni pretende saberlo, para eso trabaja en equipo y se apoya en el talento de sus coequiperos, manteniéndose abierto a aprender y a tener como uno de sus mantras que mejor es siempre posible, no por inconformismo o ingratitud, sino por la evolución que habilita pasar al siguiente nivel.

El líder que lidera es más un facilitador que incorpora el saber ser y el saber hacer para que el logro sea consistente, coherente, confiable, pertinente y disfrutable. No se considera el centro del universo, y aunque no es indiferente al reconocimiento, se reconoce como parte de un sistema sujeto a cambios y nuevos desafíos en el cual asume responsabilidades con criterio, sabiendo cuando soltar y cuando empujar, cuando dar un toque suave y cuando rugir para proteger a la manada.

Y tu, eres líder o lideras?


Diego Torres Villegas | FEB 2023


 
 
 

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