Cuál sería la pregunta?

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Si tan solo pudieses hacer una sola pregunta, cuál sería? Si te fuese concedido el poder de preguntar lo que quieras, con la garantía de que te será genuinamente respondida, pero tan solo a través de una pregunta, no importa si es corta o larga, simple o compleja, cotidiana o inédita, qué preguntarías?

Imagina por un instante que las preguntas, sin consultarlo ni contigo ni con nadie más, partieran hacia un infinito viaje sin retorno a un lugar donde dejarían de estar a tu alcance ni a disposición; sin embargo, en un acto de profunda generosidad por cada instante compartido, te ofrecieran sin restricción sus servicios por una última vez.

Preguntarías espontáneamente? Te tomarías algún tiempo para revisar opciones? Sentirías que necesitas media eternidad para decidir con seguridad? al menos te queda el consuelo de que esa pregunta, la que sea, tendrá respuesta; si esa respuesta es la que esperas, quien podría saberlo. Tal vez el tiempo aprovechando su paciencia, tal vez la imaginación mientras teje sueños, tal vez la memoria de lo que fue y el anhelo de lo que será, tal vez tu.

Ya con tus preguntas agotadas y con una última respuesta aún resonando hasta tu fibra más interna, probablemente estarás pensando cómo será el momento siguiente a que hayas compartido tu última pregunta. Qué pasará a partir de ahí; qué cambiará y qué seguirá igual. Acaso extrañarías algo? acaso a partir de ahora te quitarás una carga de encima?

Una vez que hayas superado este sencillo dilema, seguramente habrás recobrado las fuerzas para considerar a otros, como por ejemplo, qué será de la vida de aquellos intensos y a veces interminables monólogos, en los cuales podías preguntarte a tus anchas desde lo más banal a lo más sublime; qué pasará con los diálogos a los que les cabían la superficialidad de los formalismos hasta la profundidad de lo trascendente; quizás no te sea indiferente, el inexistente futuro de las conversaciones, que aún con sus altibajos y agridulces, siempre estuvieron ahí, esperándote incluso bajo la más fría lluvia de incertidumbres que una tormenta de dudas pudiera crear.

La vida de ahora en adelante, será un hecho, pues profundizar en sus matices y detalles se tornará en un privilegio que se habrá esfumado como un interrogante devaluado por la indiferencia. Afortunadamente, las preguntas siguen ahí, a tu alcance, cuando quieras. Como quieres continuar tu relación con ellas? Probablemente, ahora las escuches con nuevos ojos y las veas con más valor.

Diego Torres Villegas | 2023